Por el filo de la neblina, sin mucho que llevar
con la adrenalina a 180 km per cápita.
perdí el control de la bicicleta así como de mi vida (hace mucho)
y fui a encontrarme con el olécranon y un tufillo a tierra mojada.
Neblina.
Timón.
Cerro faldero.
Radios.
Neblina.
Cielo.
Lluvia tranquila en la cara.
Neblina.
Y conocí al olécranon.
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